Los atletas se sienten desamparados y que nadie lucha por ellos en plena pandemia del coronavirus al seguir confinados sin poder entrenar como si lo hacen los deportistas de otros países donde implementan medidas graduales para que puedan retomar sus planes de preparación de alto nivel. 3z5g6r
Los estadios se mantienen cerrados por disposiciones del MINSA aunque la mayoría no se está utilizando para la batalla contra el COVID-19.
En Colón, el estadio Armando Dely Valdés no se usa para nada deportivo. Durante la semana que abrió el bloque dos los atletas pudieron entrenar un solo día porque de inmediato prohibieron su uso.
“Queremos que nos den algo, poder ir al estadio, correr, entrenar como lo hacen en otros países”, apuntó la atleta.
Junto a Aranda está Antonio Grant, otro atleta colonense con opciones de ir a los próximos juegos olímpicos en los 400 metros planos. Confinado en casa sin tener un entrenamiento adecuado.
La frustración de Aranda y Grant es más grande cuando salen a la calle y los supermercados están llenos con más de 50 personas o ven a otros corriendo en las avenidas públicas y ellos como atletas no pueden hacer su trabajo en el estadio donde por su amplitud garantizan las medidas sanitarias recomendadas.
Aranda ganó en febrero la medalla de oro en salto largo en el Campeonato Suramericano de Atletismo Indoor en Cochabamba, Bolivia, con marca de 6.58m. Su marca personal es 6.60m y la mínima para Tokio es 6.82m para la cual tenía cinco competencias por delante para lograrla.
Más allá de los Juegos Olímpicos de Tokio, la preocupación también se enfoca en el trabajo que deben hacer los atletas que representarán a Panamá en los Juegos Centroamericanos y del Caribe del 2022, del cual seremos sedes y desde ya se arranca en desventaja con respecto a los vecinos del área donde sus autoridades si han tenido presente las necesidades de sus atletas.
FUENTE: Edgardo Vidal