"La historia de Niza, a la vez enraizada y abierta, mediterránea y alpina, europea y cosmopolita, ha producido una arquitectura y un paisaje únicos, un modelo para muchas otras ciudades del mundo", se congratuló el alcalde Christian Estrosi. hl22
Hasta los albores del siglo XIX, Niza era un antiguo poblado del reino de Piamonte-Cerdeña, enmarcado por una colina con el castillo destruido y el río del Paillon.
Los relatos de viaje del escritor escocés Tobias Smollett, la pondrán a la moda y cautivarán el interés del público inglés.
Una nueva ciudad se desarrolló hasta convertirse en una verdadera "capital de invierno" para ricos ociosos, rentistas y aristócratas, antes de 1850, donde se acondicionan parques y paseos para disfrutar del aire libre. Especies exóticas, como palmeras y naranjos, van a poblar los terrenos baldios.
Primera representante de los "balnearios de la Riviera sa", Niza acoge a finales de siglo XIX, principios del XX, a unos 150.000 residentes en invierno, de todos los orígenes. Inicialmente provenientes del Reino Unido, Rusia, Alemania, y el Imperio Austro-Húngaro, luego llegan desde toda Europa, y hasta de Estados Unidos.
El resultado es un magnífico patrimonio arquitectónico aún hoy visible, con hoteles, villas y edificios destinados al alquiler.
FUENTE: AFP