En medio de la creciente tensión social y política en el país, la Universidad de Panamá (UP) propuso actuar como mediadora neutral en el conflicto nacional, utilizando su capacidad académica e institucional como puente entre las partes enfrentadas.
Durante una entrevista concedida a los periodistas Álvaro Alvarado y Rolando Rodríguez, el rector expresó su preocupación por el estado de la democracia panameña y se pronunció en contra de la represión a las movilizaciones sociales: “Las medidas intimidatorias no son el camino. Lo que necesitamos es diálogo genuino y voluntad de entendimiento”.
Sobre el derecho a la protesta, fue enfático en que no debe ser censurado, aunque señaló que puede mejorarse su forma de expresión. “No se puede privar el derecho a la protesta, pero lo que sí se puede es mejorar el método e incluso ser más efectivo el mensaje que se quiere enviar”.
En cuanto al rol de los estudiantes universitarios en este contexto, Flores advirtió que no hay garantías de que no se produzcan protestas por parte del estudiantado, pero aseguró que ya se están realizando conversaciones para prevenir el uso de capuchas y evitar actos violentos. “Que se hagan, pero de una forma cívica, como corresponde a los universitarios”, puntualizó.
Diálogo por la CSS 393e5y
Uno de los temas que ha avivado la crisis actual es la Ley 462 de la Caja de Seguro Social (CSS), que según el rector, debe ser revisada en sus puntos más polémicos. “Es fundamental revisar los artículos más controvertidos de esta ley mediante mesas técnicas especializadas”, declaró, lamentando además que las observaciones presentadas por la Universidad de Panamá no fueran consideradas en el proceso legislativo.
Flores también se refirió al tema minero, proponiendo que se realicen estudios ambientales independientes antes de firmar nuevos contratos. “En 1999 celebramos la salida de las bases extranjeras. Hoy nos preocupa profundamente que se tomen decisiones sobre nuestros recursos naturales sin el debido debate nacional”.
Al defender el papel histórico y ético de la universidad pública, concluyó: “Disentir no nos hace enemigos del gobierno. Nuestra institución colabora constructivamente con el Estado, pero tiene el deber ético de señalar lo que considera injusto”.
Finalmente, Flores destacó el compromiso académico de la UP, recordando que la institución publica más de 240 artículos científicos anuales en revistas indexadas, consolidando su liderazgo en investigación nacional.