La noche del 11 de octubre de 1968, Panamá vivió un giro trascendental en su historia política con el golpe de Estado que derrocó al presidente Arnulfo Arias. En una acción coordinada, los militares, liderados por Omar Torrijos, se movilizaron para arrestar a numerosos simpatizantes del presidente mientras él se encontraba en un cine local.
Posteriormente, los militares tomaron el control de las emisoras de radio del país y emitieron un comunicado a través de la voz de Torrijos.
Este golpe marcó el inicio de un periodo de gobierno militar en Panamá, con Omar Torrijos y sus compañeros, Boris Martínez y José H. Ramos Bustamante, asumiendo el poder. Torrijos, quien se convirtió en jefe de Estado desde ese momento hasta su fallecimiento en 1981, propuso una serie de reformas que buscaban establecer una nación libre de influencia extranjera, promoviendo la idea de una sola bandera y un solo territorio.
Legado de Omar Torrijos en Panamá 76c1v
El legado de Omar Torrijos es recordado por muchos panameños que consideran que su gobierno representó una oportunidad para avanzar en derechos sociales y mejorar las condiciones de vida, especialmente en términos de educación y dignidad.
El 11 de octubre de 1968 no solo fue un punto de inflexión en la política de Panamá, sino el inicio de un proceso revolucionario que transformó la estructura social del país, marcando un antes y un después en la historia panameña. A medida que han pasado los años, se reconoce que, aunque controversiales, las acciones tomadas en ese periodo abrieron las puertas a nuevas oportunidades para muchas personas y forjaron la identidad de una clase media trabajadora en Panamá.