En un gesto de profunda humildad y devoción, Monseñor José Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá, encabezó una emotiva celebración de Jueves Santo en el Centro Femenino de Rehabilitación. Durante la ceremonia, Monseñor Ulloa llevó a cabo el lavado de pies, siguiendo el ejemplo de Jesús, quien enseñó la importancia de servir a los demás con humildad y amor.
Monseñor Ulloa y el significado del Jueves Santo 631x
En la tradición cristiana, el Jueves Santo conmemora la Última Cena de Jesús con sus discípulos, durante la cual lavó los pies de sus seguidores como un acto de humildad y servicio. Esta acción simbólica ha sido replicada a lo largo de los siglos por líderes religiosos como un recordatorio del llamado a servir a los demás con amor y compasión.
El Monseñor José Domingo Ulloa presidió una eucaristía especial en el Centro Femenino de Rehabilitación, brindando consuelo espiritual y apoyo a las mujeres privadas de libertad. Durante la ceremonia, realizó el tradicional lavado de pies a varias de las reclusas, destacando la importancia de la humildad y el perdón en el camino hacia la redención.
En un entorno marcado por la adversidad y el sufrimiento, la visita de Monseñor Ulloa y el gesto del lavado de pies ofrecieron un rayo de esperanza y consuelo para las mujeres en el Centro de Rehabilitación. Más allá de las paredes de la institución, este acto de amor y servicio nos recuerda la importancia de la compasión y la solidaridad en nuestra sociedad.
La celebración de Jueves Santo en el Centro Femenino de Rehabilitación bajo la dirección de Monseñor José Domingo Ulloa nos invita a reflexionar sobre la importancia del servicio y la humildad en nuestras vidas. En un mundo marcado por la división y el sufrimiento, sigamos el ejemplo de Jesús al tender una mano amiga y ofrecer amor y compasión a quienes más lo necesitan.