El arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa centró parte de su mensaje del tradicional Te Deum, en las reformas constitucionales que demandan la participación de todos los sectores, “garantizando un mecanismo de consulta que nos lleve a lograr un consenso nacional”. Ulloa destacó que en esta semana, muchos jóvenes dieron la cara sin violencia, sin antifaces, y expresaron con “seriedad su punto de vista en torno a las reformas...Ustedes han dicho sí animados a abrazar la vida como viene, con toda su fragilidad y pequeñez, y hasta muchas veces con todas sus contradicciones e insignificancias, tal como nos dijo el Santo Padre”. Pero recordó, que no el que más grita tiene la razón, porque la fuerza de la juventud está en su “creatividad y la frescura de su voz, en la manera limpia de ver la vida, y trazar sus caminos sin mezquindades ni segundas agendas, porque un joven de verdad no negocia su integridad y su coherencia”. En el resumen titulado "Empinarnos sobre las diferencias para construir la Patria de todos y para todos", Ulloa expresó que los hechos dolorosos de los últimos días, en vísperas de las efemérides Patrias, son muestra de que el camino elegido para afrontar las reformas son la escucha y el diálogo. “Démonos el tiempo necesario para ir consignando los aportes y consensos que provean una Carta Magna que llene las expectativas y anhelos de todos los panameños y panameñas”, dijo. En medio de la eucaristía en la Catedral Basílica Santa María la Antigua, templo histórico, testigo de innumerables acontecimientos que han conformado lo que hoy es nuestra República de Panamá. Monseñor Ulloa también los 116 años de vida independiente son motivos para estar contentos y hacer fiesta, pero también nos dan una oportunidad preciosa para mirar hacia atrás con memoria agradecida y proyectarnos esperanzados hacia el futuro; asumir el presente con valentía y trabajo honesto, es el mejor homenaje que podemos rendir a los héroes y lo que podemos ofrecer a todos nuestros hermanos, motivándonos a trabajar por la grandeza y el desarrollo de Panamá. Ayer los héroes, extraordinarios hombres y mujeres, se entregaron por la grandeza de Panamá en campos de batallas y en arriesgadas acciones; hoy hemos de buscar la grandeza de Panamá, fortaleciendo los principios y valores que sostuvieron tradicionalmente este país: una cultura en la que son evidentes la honestidad, la probidad, y la legitimidad de los ciudadanos y las autoridades del país. “Nuestros abanderados para estas fiestas patrias son también esos héroes que han hecho Patria: Adán Ríos Ábrego, reconocido galeno panameño quien por 25 años ha ejercido la medicina oncológica. Su investigación permitió la creación de una de las tres patentes desarrolladas para vacunas preventivas contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana en Estados Unidos”, manifestó Ulloa. Otro gran orgullo para todos los panameños es Mariano Rivera, uno de los mejores profesionales del béisbol, quien sumó 19 temporadas de Las Ligas Mayores y acumuló 652 rescates, siendo el líder histórico en este campo. Esto lo llevó al salón de la fama. Jóvenes protagonistas y amantes de la libertad Queridos jóvenes: hoy queremos nuevamente reiterarles que ustedes “no son el futuro", sino "el ahora, el presente" de este país. Construir una Patria nueva en las manos de todos Es en este contexto de Patria y nación que hoy festejamos, deseo que juntos reflexionemos sobre la construcción de una nueva patria, teniendo presente que esto reclama en primera instancia del compromiso de quienes tienen la responsabilidad de liderazgo en lo político, lo económico, sindical, eclesial y lo social. Es decir, que Panamá ha de ser tarea de todos, no olvidemos somos obreros no maestros de obras, somos simples servidores, cumplamos con este sagrado deber. Todos constructores de una sociedad más justa Nos permitimos en estas fiestas patrias, sugerir estas reflexiones con un verdadero amor, con una intensa pasión por nuestro país. Lejos de nuestro ánimo está el imponer una manera de pensar o intervenir en la vida nacional, con afanes proselitistas. Sabemos que el Evangelio de Cristo ha sido anunciado para la felicidad de todos y para ir alcanzando la plenitud humana. “La gloria de Dios consiste en que su creación preferida, el ser humano, tenga vida en plenitud, desarrollando sin cesar la imagen misma de Dios impresa en lo más íntimo de su ser”. p526g
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