El primer ministro iraquí, Mustafá al Kazimi, decretó una jornada de duelo nacional este jueves al día siguiente de disparos de artillería imputados a Turquía que mataron a nueve personas en un parque en la región del Kurdistán (norte).
Las víctimas eran en su mayoría "turistas árabes iraquíes originarios del centro y del sur del país" que, por lo general, huyen de las altas temperaturas para encontrar un poco de fresco en las alturas de Kurdistán autónomo, fronterizo con Turquía.
Turquía, que instaló de facto varias decenas de bases militares desde hace 25 años en el Kurdistán iraquí, lanza regularmente operaciones contra los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), en el norte de Irak, al que tiene catalogado como grupo "terrorista".
Acusada por Irak, Turquía negó el miércoles toda responsabilidad en los disparos de artillería. En su cuenta de Twitter, la embajada turca ofreció sus condolencias "por los hermanos iraquíes asesinados por la organización terrorista PKK".
El jueves, cerca de un centro de entrega de visados turcos en Bagdad, colocado bajo alto resguardo policial, varias decenas de manifestantes exigían la expulsión del embajador turco, según un fotógrafo de la AFP.
"¡A Turquía y a la embajada les decimos basta!", declaró Alí Yassin, un manifestante.
La víspera estallaron manifestaciones similares en todo el país, en Kirkuk, al norte de Bagdad, y en Kerbala y Nayaf, importantes ciudades chiítas al sur de la capital, donde se quemaron y pisotearon banderas turcas.
Bagdad endureció el tono exigiendo la retirada de las fuerzas armadas turcas de todo el territorio iraquí.
Irak también anunció "la retirada del encargado de negocios iraquí en Ankara para realizar consultas, y la paralización de los procedimientos para enviar un nuevo embajador a Turquía", según un comunicado oficial.
FUENTE: AFP