El gobierno de Chipre anunció el lunes que empezará la vacunación contra el COVID-19 para los niños de entre cinco y 11 años, parte de un nuevo intento para frenar otro brote del virus luego de los primeros casos confirmados de la variante ómicron en la isla del Mediterráneo oriental.
Las nuevas medidas anunciadas después de una reunión del Gabinete también endurecen las restricciones destinadas a personas contagiadas con el virus o todo aquel que sea considerado un o cercano a ellas.
Hadjipantela agregó que quienes sean diagnosticados con la variante ómicron o con cualquier otra mutación nueva deberá cumplir un periodo de aislamiento en sus viviendas usuales.
A quienes tengan o cercano con personas contagiadas se les exigirá someterse a una prueba rápida de antígeno en un periodo no mayor a las 72 horas y una prueba PCR una semana después. La población que cuente con la dosis de refuerzo está exenta de estos requisitos.
Mientras tanto, el Pase Seguro emitido en el país —o comprobante de vacunación— será revocado a partir del miércoles para quienes no han recibido una dosis de refuerzo dentro de un periodo de siete meses posterior a haberse inoculado por completo.
También a partir de esta semana, las personas que no estén vacunadas no podrán acudir a bautizos, bodas y recepciones de hotel. Ya antes regía la prohibición sobre entrar a estadios, salas de cine, teatros y centros nocturnos.
Hadjipantela hizo de nuevo un llamado a la población elegible a vacunarse y dejar de actuar “egoísta o irresponsablemente”.
Entre el 23 de noviembre y el 6 de diciembre, el índice de contagios en la región grecochipriota reconocida internacionalmente en el sur de la isla fue de 753 por cada 100.000 habitantes. En general, 606 personas con COVID-19 han muerto en la isla durante la pandemia.
FUENTE: Associated Press