La policía colombiana reportó este martes la captura en Bogotá de un estafador que timó a funcionarios del gobierno y a importantes empresarios. 3k262w
Se trata de Nelson Ternera, alias "Rasputín", quien según el ministro de Defensa Luis Carlos Villegas intervino el correo electrónico de María Lorena Gutiérrez, hasta hace poco ministra de Minas, Alta Consejera Presidencial y mano derecha del presidente Juan Manuel Santos.
Villegas agregó que el presunto delincuente "se hizo pasar por agente del Estado ante diferentes organizaciones públicas y privadas, inclusive ante ex oficiales de las fuerzas militares. También se hizo pasar por pariente de importantes y reconocidos empresarios para hacer estafas por todo el país".
El timador les pedía a sus víctimas extorsiones de hasta 100 millones de pesos (poco más de 34.000 dólares) a cambio de no publicar videos de las conversaciones que sostenía con ellas.
"Rasputín", de 35 años, también se hacía pasar por sacerdote para engañar a ingenuos feligreses. Muchas veces después de confesarlos empezaba a exigirles dinero para no revelar sus pecados.
El coronel Freddy Bautista, jefe del centro cibernético de la policía, le dijo a The Associated Press que en alguna oportunidad le exigió un poco más de 1.000 dólares a un seminarista para no hacer pública una presunta relación homosexual que habían sostenido.
El oficial agregó que el hombre abrió también cuentas de correos electrónicos a nombre del presidente Santos para desde ellas tratar de embaucar a incautos.
"Rasputín" se encuentra en diligencia de imputación de cargos y el juzgado penal a cargo del caso definirá su sitio de reclusión.
En Colombia son relativamente comunes las historias de este tipo de personajes.
Hace más de 50 años a la ciudad de Neiva, al suroeste de Bogotá, llegó un estafador llamado Jaime Flórez Torres quien durante varios días se hizo pasar por embajador de la India y al que se le hicieron toda clase de homenajes y atenciones. Su historia fue llevada al cine en 1987.
En septiembre de 2014 se reportó el arresto en el noreste colombiano de Jeyson Jahir Puello, quien se hacía pasar ante militares de alto rango por embajador del Líbano en Colombia.
Y qué decir de Juan Carlos Guzmán Betancur, que en 1993 llegó a Miami como polizón en un avión y después fue capturado en varias partes del mundo por las estafas que perpetraba haciéndose pasar como familiar de los más importantes empresarios e industriales colombianos y de las casas reales de Europa.