La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, mantuvo este lunes un encuentro informal con el mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, durante una visita a un monumento al líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr., en el centro de Washington. 14yx
El encuentro antecede al inicio formal de la visita de Rousseff a la capital estadounidense, que oficialmente arranca en la noche de este lunes con una exclusiva cena para 20 personas en la Casa Blanca en compañía de Obama y un selecto grupo de invitados.
Rousseff desembarcó al inicio de la tarde en la base aérea de Andrews, en las afueras de Washington, proveniente de Nueva York, donde clausuró un encuentro sobre perspectivas de inversiones en Brasil en el área de infraestructura, en especial en rutas, puertos y aeropuertos.
De acuerdo con la presidencia estadounidense, Obama y Rousseff conversaron durante la visita sobre el legado de King por sus esfuerzos sobre "la igualdad y la justicia, y contra el racismo y la intolerancia".
Los mandatarios no formularon declaraciones durante la visita, que duró unos 20 minutos.
En la capital estadounidense, Rousseff mantendrá el martes una larga reunión con Obama en el Salón Oval de la Casa Blanca, en un encuentro que los dos países consideran el primer paso en un nuevo capítulo de las relaciones bilaterales.
Las relaciones entre Brasilia y Washington sufrieron un verdadero terremoto en 2013 ante las revelaciones de que la inteligencia estadounidense había interceptado teléfonos personales de Rousseff. El escándalo motivó la postergación de una visita a Estados Unidos programada para octubre de ese año.
Sin embargo, los dos gigantes del continente coinciden en afirmar que pasaron esa página difícil de su relación bilateral y están dispuestos a escribir un nuevo capítulo, basado en la cooperación bilateral y en la ampliación del comercio.
Además de la reunión con Obama, Rousseff será homenajeada por el vicepresidente Joe Biden en el Departamento de Estado, y posteriormente cerrará un seminario sobre Brasil en la Cámara Estadounidense de Comercio.
En tanto, la presencia de Rousseff en Washington coincidió con el anuncio del departamento estadounidense de Agricultura de flexibilización de las restricciones a la importación de carne vacuna de varias regiones de Brasil y Argentina.
En el caso brasileño será permitida la importación de carne de los estados de Bahia, el Distrito Federal, Espirito Santo, Goiás, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, Paraná, Rio Grande do Sul, Rio de Janeiro, Rondonia, Sao Paulo, Sergipe y Tocantins.
La ministra brasileña de Agricultura, Kátia Abreu, mantuvo en la jornada reuniones con altos funcionarios estadounidenses del sector agrícola y de seguridad fitosanitaria, y al fin de las conversaciones destacó el fin de 15 años de restricciones.
El ministerio brasileño de Agricultura estimó que las nuevas medidas permitirían a Brasil vender hasta 100.000 toneladas de carne a Estados Unidos en los próximos cinco años.
A su vez, el ministro brasileño de Defensa, Jaques Wagner, mantuvo un encuentro en el Pentágono con su homólogo estadounidense, Ash Carter, con quien analizó opciones para profundizar la incipiente cooperación en el área de seguridad y defensa.
De acuerdo con el Pentágono, Carter y Wagner discutieron "los preparativos de seguridad para los próximos Juegos Olímpicos", que se realizarán el próximo año en la ciudad brasileña de Rio de Janeiro.
En Nueva York, Rousseff había participado de la clausura de un seminario con empresarios e inversionistas en el que presentó las oportunidades de negocios en Brasil en el área de infraestructura.
La economía brasileña, la mayor de América Latina y la séptima del mundo, atraviesa su quinto año de lento o nulo crecimiento y se contraerá 1,2% en 2015, según datos oficiales.