Inaugurado en 1892, Goodison Park, el emblemático estadio de Everton, albergó este domingo el último partido de los 'Toffees', que acabó con victoria local por 2-0 frente al ya descendido Southampton, en el primer partido dominical de la 37ª y penúltima jornada de la Premier League.
Varios de ellos se emocionaron al escuchar el himno del club.
Las celebraciones se extendieron durante todo el partido, gracias a la victoria de Everton en un partido sin trascendencia deportiva.
El senegalés Iliman Ndiaye, autor de un doblete (minutos 6 y 45+2) pasará a la historia como el último goleador en Goodison Park.
Tras más de 130 años Everton jugará a partir de la próxima temporada en un nuevo recinto construido a apenas 5 km y que tendrá una capacidad de 53.000 espectadores.
Goodison Park, no obstante, no desaparecerá, ya que Everton informó hace unos días que el vetusto estadio, con capacidad para 39.571 espectadores, pasará a ser el nuevo recinto de su equipo femenino.