La cantante Alanis Morissette, quien se ha embarcado en una maratoniana gira mundial para celebrar el 25 aniversario de su exitoso disco debut 'Jagged Little Pill', ha hecho acto de presencia este miércoles en la televisión británica para sincerarse sobre las experiencias tan personales que encierra su nuevo sencillo, 'Reasons I Drink' -'Razones por las que bebo'-, una canción que ha definido como una "forma empática" de analizar los entresijos de cualquier tipo de "adicción".
A su paso por el programa matutino 'This Morning' de la cadena ITV, la cantautora canadiense ha reconocido que su vida, especialmente desde que saltara a la fama en 1995, ha estado marcada por diversos tipos de adicción, ya sea a la bebida o al "amor, al trabajo" e incluso "a la comida". "Pero para vuestra información, nunca bebí mientras estaba embarazada", ha matizado durante su entrevista.
"La gente que con adicciones ha tenido muy mala prensa durante demasiado tiempo, han sufrido el estigma provocado por los juicios de valor, por la crueldad de los demás. La adicción no deja de ser una manera en la que los seres humanos procesamos las cosas: la adicción está relacionada con la dopamina, la serotonina, con nuestra necesidad de encontrar alivio ante algo", ha reflexionado en su conversación.
La también actriz, quien ya se expresó en el pasado acerca de la depresión postparto que atravesó tras los nacimientos de sus tres hijos, ha llegado a calificar de "tortura" algunas de las dinámicas sentimentales más tóxicas que ha padecido en su vida adulta, las cuales se agravaron profundamente por culpa de la mencionada dependencia, inherente a la naturaleza humana.
"A día de hoy el trabajo es mi principal adicción, el negocio... La adicción a la comida también fue una de las principales que tuve durante mucho tiempo, pero sobre todo destacaría la adicción al amor, porque se prolongó demasiados años. Hay relaciones que se repiten más de lo debido, y eso puede suponer una verdadera tortura", ha revelado con total franqueza.