La actriz Paula Echevarría ha vuelto a la rutina profesional tras un verano muy agitado y satisfactorio a todos los niveles, ya que además de haber viajado a su Asturias natal y a otros destinos sin duda ideales para el período estival, al mismo tiempo ha formalizado su convivencia con el futbolista Miguel Torres, con quien ya reside en su nueva vivienda de Madrid tras la retirada deportiva del que fuera defensa del Málaga. 1y656e
Y ha sido precisamente durante un acto público ligado a una de las muchas marcas de las que ejerce como embajadora, concretamente la de teléfonos móviles Samsung, cuando la intérprete ha creído conveniente someterse a las incisivas preguntas de la prensa acerca de todo lo que han dado de sí estos últimos meses, incluidos unos absurdos rumores de embarazo que, como ha explicado ella misma, no le han hecho ninguna gracia.
"[Me molesta] que digan que estoy embarazada. No es algo que me planteo, ni me lo he planteado en todo este tiempo", ha asegurado tajante en conversación con la revista Diez Minutos, justo antes de hacer referencia a esos kilos de más que habría ganado este verano y que, supuestamente, justificarían tales conjeturas. "He estado en casa y me he puesto fina [de comer]. Desde que dejé el tabaco hace un año he ganado unos seis kilos", ha apuntado.
Tras el fin de unas largas vacaciones que, sin embargo, ha tenido que combinar con la grabación de unos capítulos especiales de la serie 'Velvet', la estrella televisiva también ha retomado el ejercicio físico con energías renovadas: "Hago sobre todo 'cardio' cuatro o cinco días a la semana, una hora [de sesión]", ha revelado en su entrevista tras presumir de lo mucho que ha "descansado" este verano.
"He tenido tiempo para descansar, he rodado 'Velvet', he estado con Daniella, he disfrutado de mi casita nueva y he estado en Asturias con mi familia", ha resumido.
Sobre sus primeros meses de vida en común con Miguel, quien anunció su 'jubilación' futbolística el pasado mes de julio, la que fuera esposa de David Bustamante ha señalado que el proceso de "adaptación" -para ambos- ha sido más rápido de lo esperado, a lo que sin duda habrá contribuido la buena mano que su chico tiene para la cocina.
"No [me da miedo la convivencia], ese proceso de algo y medio viviendo separados ha sido un proceso adaptación para todos. Cuando se instaló en mi casa las relaciones ya estaban súper establecidas", ha aseverado.