Mientras el público y los televidentes se preguntaban por qué Sergio Ramos había decidido celebrar el gol que anotó anoche, en el partido de clasificación para la próxima Eurocopa que disputó la selección española y el combinado rumano, utilizando sus manos a modo de gafas, el árbitro encargado de moderar el encuentro no dudó en amonestarle con una tarjeta amarilla al entender, erróneamente, que el sevillano se estaba burlando de algún contrincante o de la hinchada rival. 2ecx
Una vez finalizada la contienda, el propio capitán del Real Madrid recurrió a los micrófonos de los periodistas para explicar que el gesto en cuestión no era más que una dedicatoria para su sobrino José María, hijo de su hermana Miriam, al que pronto le pondrán sus primeras gafas. Afortunadamente, y tras haber charlado con el colegiado, parece que el castigo desaparecerá oficialmente de su expediente."Ha sido una confusión y después lo hablé con el árbitro.
Con tanto ruido, es difícil conocer esa interpretación. Después de la explicación, pues obviamente más fácil", señaló el marido de Pilar Rubio a pie de campo para restar importancia a lo ocurrido. Sin embargo, solo unos minutos más tarde el sevillano echaba mano de sus redes sociales para volver a aclarar lo sucedido y prevenir así cualquier tipo de polémica.
"Contento por los tres puntos en un buen partido y por poder dedicarle el gol a mi sobrino José María. Con gafas o sin ellas, lo importante es la mirada", reza el entrañable mensaje que compartió en su cuenta de Instagram para agasajar al pequeño, al que probablemente no le haga mucha gracia tener que llevar tan necesario complemento, y celebrar al mismo tiempo la victoria de la 'Roja'.
FUENTE: Showbiz