Los responsables de vestuario de la mítica serie 'Los vigilantes de la playa' siempre han sostenido que no se plantearon si los atuendos de los protagonistas resultarían o no sexy mientras los diseñaban, ya que solo les preocupaba la funcionalidad. 511kd
Al margen de cuál fuera su intención, la cuestión es que el bañador rojo de Pamela Anderson la convirtió en un sex-symbol de los 90 y a día de hoy la actriz todavía conserva una copia de esa famosa prenda para utilizarla cuando le apetece sorprender a sus amantes.
"Lo que hago es meterme en la ducha para mojarme y después me abalanzo sobre ellos, completamente empapada, sin importar en qué habitación de la casa estén", ha confesado ella en una entrevista al periódico The New York Times.
El secreto de la explosiva intérprete para que ese bañador le siga sentando como un guante a sus 52 años no pasa por haberse mantenido en el mismo peso: en realidad, la clave para que realce sus atributos naturales pasa precisamente porque le quede algo pequeño.
"A veces la gente me pide que les firme sus trajes de baño y siempre son demasiado grandes. Trato de explicarles que si el mío me quedaba tan bien, era porque se trataba de una talla diminuta y gracias a eso la tela se estiraba y se ajustaba a la perfección a mi cuerpo", ha desvelado.