uPara muchos políticos, actores y profesionales en general, tales como Adolf Hitler, Winston Churchill, Pierce Brosman y Jim Carrey, pintar obras de arte, se convierte en una terapia relajante donde todos llegan a sentirse libres de expresarse inclusive sin haber recibido ningún tipo de educación formal en disciplinas como el dibujo, el retrato o el paisajismo.
En la intimidad, el intérprete de Hannibal es un hombre de las artes, ya que toca el piano a la perfección, a sus 79 años decidió liberarse y empezar a expresarse a través de sus obras de arte, las cuales rondan en precio de ventas alrededor de 5 mil dólares.
Todas sus obras de arte son diferentes, pero mantienen algunos detalles invariables: enormes cantidades de color y ojos expresivos. “La cara no es lo importante, son los ojos la parte más hechizante del alma”, comentó Anthony Hopkins, en una de sus tantas entrevistas.
A decir verdad, Anthony Hopkins no es el único pintor que encuentra en los ojos la ventana al alma. Amadeo Modigliani, el pintor italiano de inicios, que formaba parte del círculo de amistades de Picasso, en el París de inicios de 1900, solía retratar a las personas con los ojos almendrados y vacíos, ya que indicaba que la única forma de dibujar los ojos de una persona, era si él podía conocer su alma.
Las composiciones del protagonista de Hannibal están llenas de colores, lo cual nos recuerda mucho al estilo de Van Gogh o Picasso, aunque él afirma, que ninguno de los dos, ha sido de su inspiración al momento de impregnar sus lienzos.
Por el contrario, los artistas que han servido de inspiración para Anthony Hopkins, son Francis Picabia, artista francés con raíces hispanocubanas; y Oskar Kokoshka, artista austriaco quien pese a que se caracterizaba por su estilo moderno, era uno de los pocos pintores favoritos de Hitler.
Otros artistas del agrado de Anthony Hopkins, eran Lucien Freud, Francis Bacon: y de los impresionistas le gusta mucho como buen inglés, las obras de Turner, así como los famosos ses Degas y Monet.
Sus primeras incursiones en la pintura, vienen de cuando era niño, ya que su padre lo llevó a una iglesia llena de vitrales con colores llamativos. Hoy día en definitiva se libera expresando el niño que lleva dentro, mediante su arte infantil y primitivo.
En esa época iba a la escuela e inició a hacer algunos bosquejos, recibiendo el apoyo de su mamá quien lo alentaba a que continuara con esta pasión. Pronto se dio cuenta que iba a necesitar educarse en este ámbito y debido a que era poco disciplinado y estudioso, decidió dejar su sana distracción como dibujante.
No fue hasta el 2003, al momento de casarse por tercera vez, que su esposa le dijo que debía de iniciar a pintar, y que sería una buena idea realizar algunos dibujos para regalarles a los invitados de la ceremonia. y ¡Así fue!. Anthony pintó una serie de paisajes que otorgó a los casi 75 invitados a su boda.
Hopkins creó su propio estudio de arte, el cual está lleno de pinturas, óleos, temperas y pinceles. Él mismo lo describe como un “Desastre de color”, con cuadros de todo tipo decorando las paredes. Este espacio se ha convertido en su refugio durante la pandemia, ya que durante los primeros meses decidió resguardarse por tener edad avanzada y pasó sus días tocando piano y pintando.
En la película “Sobrevivir a Picasso”, Anthony Hopkins interpreta al pintor malagueño, a quien pese que no imita al momento de pintar, sí que lo imita a la hora de vivir y disfrutar de la vida.
Hoy día, un nuevo pintor ha emergido, quien realiza hasta 3 obras a la vez, tal cual lo hiciere Picasso, dejando su creatividad fluir sin ningún tipo de restricciones, ya que no quiere que la vida pase sin haber dedicado lo suficiente a sus hobbies y pasiones.