La veterana actriz Maggie Smith se subió por primera vez a un escenario cuando tenía tan solo 17 años y desde entonces no ha parado de trabajar en ningún momento, bien sea en el cine, el teatro o la televisión, y todo apunta a que no tiene intención de jubilarse en un futuro cercano en vista de que el pasado abril volvió a subirse a las tablas tras más de una década de parón para ponerse al frente de la obra 'A German Life' que protagonizaba en solitario.
Sin embargo, no cabe duda de que han sido sus personajes secundarios en las películas de Harry Potter y en la serie 'Downton Abbey' los que la han convertido en una de las intérpretes británicas más famosas del mundo: el primero le hizo ganar una nueva legión de jóvenes seguidores que la descubrieron como la profesora de Transformaciones Minerva McGonagall y los comentarios sarcásticos de la condesa viuda Violet Crawley la convirtieron en una de las favoritas de los espectadores del drama histórico y en una leyenda de la pequeña pantalla.
Irónicamente ella no considera que hayan sido sus mejores interpretaciones o las más icónicas: "Me siento muy agradecida por la oportunidad de participar en Potter y en Downton, por supuesto, pero no se puede decir que fueran lo que consideraríamos experiencias satisfactorias. La verdad es que nunca tuve la sensación de que estuviera actuando en esos proyectos", ha confesado en una entrevista al suplemento ES.
FUENTE: SHOWBIZ