El histórico campeón en 4 divisiones Terence Crawford recibió el primer premio "Spirit of the Maverick", un homenaje de la Universidad de Omaha, Nebraska, tierra natal del púgil de 37 años de edad.
Crawford, boxeador de 37 años de edad, quien fue expulsado de 5 escuelas antes de terminar la secundaria y educado por su familia, y en el barrio por la llamada "School of Hard Knocks" o "Universidad de la Vida" recibió el Premio por su gran labor en la comunidad, además brindó un memorable discurso ante 2.000 graduandos que obtuvieron títulos de licenciatura, maestría y doctorado, dando ejemplo de lucha y superación.
"Bud", una de las actuales estrellas invictas libra por libra dejó a un lado sus guantes para compartir y levantar su voz de lucha ante profesores y alumnos que se preparan para la vida.
Terence Crawford y un discurso memorable ante su gente de Omaha
“Ser de Omaha significa que eres un luchador. Son dos cosas que tenemos en común. Fui luchador antes de ser boxeador. Fui competidor antes de ponerme los guantes. Acepté esta invitación para hablar con ustedes porque me encanta estar rodeado de otros luchadores. Me encanta la gente que acepta su identidad”, inició diciendo Terence Crawford en el Baxter Arena.
"Tú controlas tu propio destino. Tú decides tu grandeza. Tienes todo lo necesario para ser un campeón".
"Es tan cierto en la vida como en el boxeo. Puedes fijarte todas las metas y hacer todos los planes que quieras, pero a veces te van a dar un puñetazo en la cara. Consigues la entrevista de trabajo, pero no el trabajo. Consigues la pelea en línea, pero no consigues la fecha. Haces una inversión, y luego el mercado da un giro negativo".
"Cuando estaba en ascenso, observaba a los luchadores que me precedieron y vi cómo conseguían el dinero y la fama. Lo malgastaban todo en joyas y coches. Una vez que me convertí en campeón, quería más, así que tuve que seguir siendo el mismo y no dejar que el éxito se me subiera a la cabeza".
"Siempre habrá alguien con un coche más rápido, una casa más grande, ropa más cara. La verdadera satisfacción viene de otro lugar. Esto es importante. No te conformes nunca. En el momento en que me convertí en campeón mundial, no lo celebré ni me rendí. Me pregunté: "¿Y ahora qué?", señaló.
Un ejemplo para la sociedad, lo que sigue buscando Bud
"Hay muchos niños creciendo como yo: en barrios difíciles, sin guía, sin nadie a quien irar. Quiero ser un ejemplo para ellos y mostrarles lo que es posible. Eso es lo que quiero. Los reto a todos a hacer lo mismo. Recuerden de dónde vienen. Recuerden que son luchadores", finalizó de manera emotiva el púgil invicto, que ahora desafiará a Canelo Álvarez.