Diez intentos. Diez mujeres. Diez fracasos. Así andaba mi vida. 1v3l1m
Necesitaba unos días de desestres, de relajamiento, de escape, así que me fui a la playa.
En este punto de mi vida estaba derrotado sentimentalmente hablando. Todas las mujeres del mundo me habían dejado, sí así mismo, dejado como un perro y todo por querer darles un poco de ellas.
Pensé que había perdido todas las esperanzas hasta que la vi a ella. Hermosa, angelical, casi perfecta. Y digo casi perfecta porque mi corazón no aguantaba una más.
Se llamaba Raquel. Le conté toda mi historia, todas mis tragedias con cada una de las chicas, y por increíble que parezca, abrirme con ella me ayudó mucho a poder asimilarlo mejor.
En realidad la pasé muy bien con ella. Fue como alejarme de una realidad incomoda.
Por fin había encontrado a una mujer que para ese momento era totalmente normal.
Después de la playa nos seguimos viendo. Primero las llamadas hasta la madrugada. Las salidas a comer todos los días. Luego comenzó a quedarse a dormir conmigo, hasta que me decidí a invitarla a vivir conmigo.
Llegó el momento en mis amigos Hugo y Paola la conocieron. De salida les cayó bien. Paola hasta dijo "se ve como una buena niña y pareciera que no trae todos los problemas que tenían las demás".
Ya en ese momento, Raquel había estado de acuerdo en irse a vivir conmigo, así que hicimos unas pequeñas modificaciones al apartamento para estar los dos a gusto.
Por en esos días Hugo también se atrevió a sincerarse. Me contó "oficialmente" lo suyo con Valeria. Pero en ese momento yo no estaba para dedicarle cabeza a eso. Además él se veía feliz, así que le desee lo mejor de las suertes.
Los amigos son verdaderos hermanos y Hugo era mi hermano. Ese man no tiene mi sangre pero es como si la tuviera.
Todo salía bien, todo. Incluso nos ganamos la cuenta de Fructis en la que teníamos tiempo trabajando.
Cada vez mi vida se organizaba más. En este punto todo estaba al derecho, pero algo me causaba una intranquilidad que no entendía.
Pues en realidad sí sabía. Paola, no salía de mi cabeza.
Aún no lo hace.
Víctor.
FUENTE: Víctor